Experiencia Bedouina Egipto

EXPERIENCIA BEDUINA EN EL DESIERTO DE EGIPTO
Hace poquitos meses volví de un viaje que abarcó Turquía y Egipto: tres continentes en un solo viaje! Europa, Asia y África.
Desoímos todos los consejos (insistentes por cierto) de recorrer Egipto en crucero, porque definitivamente queríamos algo más aventurero. Como verán, hoy vamos a hablar de zapatillas…. Prometo que el próximo será de tacos aguja!
Llegamos de Turquía a Egipto, directo a El Cairo y de ahí tomamos un vuelo interno al desierto. Nos salteamos las pirámides y las dejamos para lo último, porque la experiencia con la que queríamos arrancar, era esta que hoy les muestro y comparto: pasar 3 noches durmiendo con beduinos, en sus casas, recorriendo el desierto a pie (si! Locura en pleno verano), hasta finalmente llegar a la cima del Monte Sinaí, que también contaré más adelante, porque definitivamente merece un capítulo aparte.
El desierto nos esperaba. Estuvimos en todo momento acompañados por nuestro guía, a quien les presento, y con quien fue un placer compartir esta experiencia.
Aprendimos por qué se dice comer como beduino, dormir como beduino y milllll verbos más en forma beduina: básicamente porque el calor los obliga a que, al momento de frenar cualquier actividad, se echan en una especie de colchones llenos de mantas y almohadas, y de ahí no los mueve nadie! Todo se hace en el mismo colchón… comer, dormir. Fue un placer… vivimos como beduinos y la experiencia fue genial!

Primer consejo que nos dieron al emprender la caminata por la inmensidad del desierto: no tomen agua! Yo iba con cantimplora y casi me desmayo de solo pensarlo ,pero era cierto… el que sabe sabe, para sacarse la sed toman té (caliente, lo último que uno pensaría), pero hicimos caso y fue muy acertado el consejo.
Una de las noches dormimos con varios de los beduinos de la zona en una escuela de camellos, donde al día siguiente amanecimos para tomar nuestra primera clase. Créase o no, andar en camello no es tan simple como parece, da hasta algo de vértigo cuando se paran en toda su inmensidad, pero vale la pena tener paciencia, vencer el miedo y pasear con ellos, hasta llegar a galopar.
La comida que compartimos esos días fue buenísima, siempre comiendo con té, y en vez de cubiertos…. Pan árabe! Con eso empujan la comida y la llevan a la boca; obviamente ellos ni llegan a tocar la comida, en cambio yo hice grandes enchastres. Con pan comimos sopa, pollo (piezas enteras) arroz, ensaladas, guisos, debería seguir practicando y comer con más dignidad la próxima vez que vuelva … porque sí, quiero volver!!!!
Muchas veces vivo, como yo los llamo, “viajes dentro de viajes”. Definitivamente, este fue uno de ellos, una experiencia única que queda como un viaje aparte dentro de un mismo destino.
Para finalizar la entrega de hoy: qué es un beduino. Puedo buscar en Wikipedia y seguramente me tire definiciones clarísimas, completas y asombrosas, pero prefiero quedarme con lo que vi y con lo que ellos mismos nos contaron: se consideran a sí mismo pueblos nómadas, son ultra creyentes y musulmanes, la diferencia entre hombres y mujeres y los que cada uno puede realizar están muy marcadas, al menos una vez en la vida deben ir a la Meca…. En mi apreciación personal, les cuesta algo el trato con el extranjero, simplemente por una cuestión idiomática y porque, en mi caso particular, soy mujer y eso los inhibe, pero una vez que se logra conocerlos mejor (cosa que no es fácil) son personas cultas, de las que tenemos mucho por aprender!

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