NEW YORK CON AMIGAS
Una de mis mejores amigas se iba a Estados Unidos a visitar a su hermana y a su sobrino. De pasada dijo que iba a quedarse después unos días a New York, una de sus ciudades preferidas.
Así, hablándolo, se sumaron más amigas suyas….. y cada vez más; algunas con tiempo, y otras, como yo, decidiéndolo a casi último momento.
Terminamos siendo un grupo de ocho mujeres. Antes de ir sólo dos eran amigas mías de toda la vida (no voy a revelar hace cuántos años, pero muchos), y las demás amigas de alguna otra y así, una cadena de amistad digamos, pero, como grupo, nos íbamos a conocer en la convivencia. Todo un riesgo!
Ese riesgo terminó en un viaje en el que todas nos amoldamos con una simpleza que creería que fuimos tocadas por una varita mágica. Intuyo que varias cosas influyeron: todas habíamos ido al menos una vez a esta ciudad, así que ya habíamos pasado la desesperación por hacer todos los” must”, como subir al Empire State, ir a la Estatua de la Libertad, y podíamos dedicar infinitas horas (o días completos) a recorrer otros lugares.
Además tuvimos la suerte de ir en la fecha previa a Halloween, así que vimos toda la ciudad decorada y nos divertimos con las calabazas, calaveras, y todo lo que se les ocurra.
Fuimos a Harlem y disfrutamos de las misas Gospel…. Escuchamos sus testimonios, sus bandas en vivo…Disfrutamos de Times Square, subimos al Mandarine Oriental, donde pensábamos tomar algo, pero dado que lo que queríamos era disfrutar de la vista desde ahí, una vez que entramos nos enteramos que, subiendo un piso más arriba del bar, teníamos la mejor vista… y gratis!
Recorrimos el Central Park en bicicleta, previo picnic después de hacer nuestras compras en Whole Foods Market.
Paseamos por Brooklyn; ahí si por ejemplo, fue mi primera vez de cruzar el puente a pie. De vaga, había ido ya, pero en subterráneo.